Phillipe, Je ne sais pas

Mi abuelo era una persona bastante simple, tengo muchísimos recuerdos de él en mi memoria ya que fué un personaje constante en mi vida hasta mis 17 años, pero justo ahora lo que más se me viene en la mente son esos días del 2003 en donde él ya como la mayoría de los adultos pensionados que rondan en sus sesenta y tantos años, se la pasaba en casa tranquilamente escuchando música e intentando por todos los medios leer con sus lentes de fondo de botella.

Fernando Chávez era un señor que me vivía criticando todo el tiempo, en ese entonces yo tenía la creencia que intencionalmente me quería molestar y hacer enojar, para los 17 años que yo poseía en ese año era bastante fácil perderme en mi mal humor y posteriormente irme a encerrar en mi cuarto para evitar sus comentarios, realmente nunca me puse a pensar que mi abuelo que la mayor parte del tiempo la pasaba solo con mi abuela en casa cada vez que me veía llegar de la facultad lo que en realidad quería era una conversación conmigo aún por más simple que ésta fuera, todo el día encerrado lo hacían aburrirse y como no era un tipo cursi su mejor manera de llamar mi atención era molestándome muy a su estilo, me decía cosas tontas como que yo parecía niño por mi cabello tan corto, o se quejaba de mi carácter que simplemente no entendía, lo gracioso es que cuando ya no se le ocurría nada más que decir y veía que mi técnica de ignorarlo se aproximaba, el me intentaba contar chistes, que a mi me parecían a veces horriblemente aburridos por que a mitad de ellos ya no se acordaba como acababan. A veces me siento una terrible persona por acordarme de estos detalles inmaduros que tenía con él , aunque no siempre era así, sobre todo por las mañanas de los fines de semana, en esos días mi rutina era parecida a la de ahora, levantarme a preparar un café y apreciar la mañana mientras lo consumía para después disponerme a recoger mi casa, mi abuelo que ya para esas horas se encontraba sentado en un sillón de la sala leyendo la Biblia a veces me confundía con mi abuela mientras me veía pasar, él de lejos no distinguía detalles, solo apreciaba formas, me daba algo de risa que nos confundiera a mi abuela, a mi tía y a mi por igual, pero mi simpático abu nunca se enojaba de que yo me burlase de esto de él, si bien yo no aguantaba sus bromas el encontraba divertido que yo me riera de esas cosas que pasaban por humor negro.

Por ahí del verano del 2003 yo tenía en mi poder el EP de una banda mexicana que se llama Austin tv y todos los días antes de empezar con los quehaceres diarios ponía ese cd en el estéreo minimizando la música romántica de los años 50’s que mi abuelo solía escuchaba desde la sala, él para evitar ponerse a discutir conmigo prefería apagar su radio y escuchar mi música, para fortuna mia el señor Fernando Chávez era un melomano igual que yo, que gustaba de apreciar nuevos sonidos mientras pasaba un buen rato reposando en un sillón; Un día mientras yo estaba barriendo y se encontraba de fondo el tema Phillipe, je ne sais pas él textualmente me dijo: “Me gusta esa música”, no se si era por la constancia con la que yo reproducía el cd o por que en verdad a mi abuelo le había gustado Austin tv, aunque no era la primera vez que él me hacía un comentario bueno sobre mis discos ya que hacía tiempo que había dicho lo mismo del experimental Kid A de Radiohead, pero recuerdo exactamente ese momento, yo a un lado de él con la escoba en mis manos solo le sonreí y no dije nada, seguí barriendo, él continúo sentado, viendo a la nada y escuchando. Después de esa opinión por parte de él se convirtió en algo común escuchar los acordes de Austin tv por las mañanas, al grado que el abuelo empezó a reconocer las canciones y hasta llego a apreciar los leves momentos de distorsión así como los diálogos de películas clásicas que aparecían de fondo en los temas de los defeños. Los sonidos armonicos de las guitarras de Austin hacían una perfecta atmosfera muy emotiva para una mañana tranquila de un sábado en donde apenas estaba saliendo el sol, aparentemente una escena bastante normal, pero es de las mejores cosas que recuerdo junto a mi abuelo, yo me sentía tan contenta de compartir con él un momento así de sereno y autentico a pesar de lo ordinario que para muchos podría llegar a ser.

Tuvieron que pasar dos años para que por fin pudiera ir a ver en concierto en el café iguana a esta banda del distrito federal, al final del evento terminé enamorada de su show, los integrantes disfrazados de conejitos empezaron tocando canciones de su primer disco y mientras Chato hacia sus pasos medio cantinflescos y se deslizaba por el escenario tocando Phillipe, je ne sais pas fue inevitable el transportarme a esas bonitas e inolvidables mañanas acompañadas con mi abuelo, que desgraciadamente se me había ido en Octubre del 2003.
Para cuando se acabo el concierto mis amigos y yo nos fuimos a un cafecito del barrio antiguo (ese que tiene el mismo nombre que un famoso table), quizá nos quedamos como una hora en el lugar, al salir cuando nos dirigíamos al estacionamiento pasamos de nuevo por el café iguana y nos topamos a Chíosan y a Xnayer de Austin tv comiendo pizza en una banqueta, aproveche para que me autografiaran el boleto de la entrada del concierto y por dentro quería decirles a estos tipos (que en serio hablaban super chilango) que su EP me traía enormes gratos momentos con mi abuelo que en sus últimos días de vida se consideró casi fan de ellos, pero no me atreví a decirlo, me pareció muy cursi, aparte tenía miedo de que mi gran momento sentimental con mi abuelo con Phillipe, je ne sais pas de fondo ( que en serio es como un tesoro entre mis recuerdos) terminará siendo otra historia aburrida para ellos, así que me lo guarde y me fui del barrio antiguo junto con mis amigos que habían terminado como yo encantados del show y del buen rato que habíamos pasado ese Sábado. Una cosa extraña fue que no me fije en lo que me escribieron estos tipos (debió ser por que ya traía bastante sueño), pero al día siguiente ya toda ojerosa y con el maquillaje corrido lo primero que hice fue ver que cosas me habían apuntado, curiosamente chiío me escribió: “gracias por sentir con Austin”, me dio risa cuando lo leí, pues a pesar de que no le confesé mi historia , eso era exactamente lo que mejor había hecho gracias a su música desde el verano del 2003.