Después de que el Sábado fui a ver en el cine el film de Julie Christie , Away from her, terminé meditando un buen rato acerca de las parejas y el amor, para quienes no la hayan visto, la película trata sobre un hombre que por cuestiones de la vida tiene que internar a su esposa con quien llevaba 44 años de casado en un asilo en donde atendían a personas con alzheimer, enfermedad que ella empezaba a desarrollar, lo peor del caso es que ella estando en ese lugar termina olvidándose de su marido y enamorándose de otro hombre.
Al salir de la sala de cine como siempre me di un buen viaje reflexionando en eso, sobre el que tan maduros o resignados podemos llegar a ser las personas para aceptar que nuestra pareja se ha enamorado de alguien más y por duro que sea, aceptar que la felicidad la encontró en otra persona.
Todo mundo sabe que Beck quien empezó su carrera oficialmente en 1992 empezó con mezclas de hip hop, folk, pop, blues, country y hasta indie bastante alegres y con letras llenas de gracia e ironía, parecía que este chico rebelde que puso a cantar a todos con su “MTV makes me want to smoke crack” y “Loser” y que aparecía en videos donde latas y electrodomésticos en general se ponían a fornicar entre ellos no parecía tener algún compromiso sentimental en sus temas y simplemente no podía realizar un disco tan emocionalmente desconsolado como el Sea Change, tuvo que acontecerle aquella terrible situación para que lo inspirara a realizar junto con el productor Nigel Godrich (Air, Radiohead) ese álbum ideal para personas con el corazón destrozado y para escuchar a solas en un sillón mientras se recuerdan esas mal logradas vivencias sentimentales.
Los primeros acordes empiezan en The Golden Age con esa guitarra acústica, y Beck canta con su voz desesperanzada: These days I barely get by, I don’t even try, It’s a treacherous road with a desolated view ; el Sea Change posee un folk mucho más acentuado (similar en ocasiones al del fallecido Elliot Smith pero sin llegar a ser tan orgánico) que despierta viejos fantasmas setenteros alternándose con sonidos de violines y violonchelos, resultando que para cualquiera sea tan fácil compartir un tanto de la melancolía que Beck imprimió en cada una de sus piezas y quizá hasta ponerse a llorar inconsolablemente cantando It’s only lies that I’m living, It’s only tears that I’m crying, It’s only you that I’m losing, letras de la tan angustiada Guess I´m doing fine , algo totalmente introspectivo… y al fin y al cabo ¿a quien no lo han maltratado emocionalmente?, ¿quién no se ha sentido terrible por un romance fallido?, este es un álbum que recalca todo lo perdido en una relación en la que se invierte tiempo, sentimientos y hasta la mismísima alma, y al final de todo, ¿que es lo que queda?... Sueños desperdiciados, eso mismo dice Beck en Little one una de sus canciones, el desgaste emocional, el autoestima en el piso y las mejores intenciones que se perdieron en alguna parte del camino.
Se podría decir que gracias a la desgracia de Beck tuvimos el placer de conocer un álbum que se adolece del amor de una manera bastante mágica y suave, basta escuchar End of the day, Lost cause, The Golden Age, Already dead y Side of the road para apreciar la calidad musical del disco y de la (como siempre) magnifica producción que realizo Nigel Godrich, razones por las cuales la revista Rolling Stone nombró a este álbum entre los 500 mejores del siglo.
Afortunadamente para Beck y para todos, estas etapas de desamor solo son transitorias ya que uno no puede estar triste todo el tiempo. Hay un momento en donde más bajo no se puede caer y entonces sucede, ya saben, eso de empezar a levantarse y empezar a juntar todos esos fragmentos de los que nos componemos para volvernos a “armar” después de habernos deshecho. Beck se repuso emocionalmente y en el 2005 sacó el álbum Guero en donde retomo la felicidad de sus temas y un año después salió el The Information en donde el hip hop estuvo más presente, lo interesante de Beck es su experimentación con los géneros musicales haciendo un agradable licuado de éstos y por lo tanto su música se reinventa en cada disco, si bien el ya no ha tenido el mismo éxito que en los 90’s sigue siendo hasta la fecha de los personajes más queridos por muchos, por discos clásicos como el Odelay, Midnite Vultures y por supuesto por el Sea Change, que a pesar de toda su enorme tristeza y desencanto , cada vez que lo escucho me pone una enorme sonrisa en la cara.