Nada por aquí y nada por allá

--

martes, 2 de junio de 2009

Ciclo Infinito

7 comentarios

Hay ocasiones en los que me siento absorbida por ciertos ciclos, que aunque no sea lo que quiera algunas cosas tienden a suceder de manera natural y repetirse a lo largo del tiempo, en el que la cosa es como una especie de etapa de transición estacionaria de un determinado proceso, el resultado es viciante, cansado, conozco bien el recorrido y el verlo de nuevo y de nuevo y de nuevo (n+1)--->infinito… o al menos así parece en momentos, se convierte en una especie de paseo reptitivo como una canción propia del género krautrock.


Para sentirse como varado en el espacio hay una agrupación en especial/espacial para describir la situación que es efectivamente: Tangerine Dream, que los que hayan capturado un poco de su esencia cósmica y su sonido ambient futurista saben a que me refiero, donde esa constante que se tiende a ciclar esta presente y su atmosfera te envuelve completamente en un estado que desorienta y confunde, como la incertidumbre, esa sensación de no saber hasta cuando acabara, no solamente en canciones que dentro del krautrock la cosa se puede extender hasta media hora o mas, si no también en situaciones comunes de la vida por las que se atraviesa (en las que ojala solo durara media hora o un poco mas), en el caso de los albumes Rubycon es un excelente soundtrack para ambientar, muchos preferirían Phaedra pero personalmente ese álbum satisface todo lo requerido para llenar con sus secuencias esos espacios en blanco en donde te puedes encontrar girando sobre lo mismo.




Otra de mis agrupaciones preferidas de krautrock es una de las que despierta polémica por su minimalismo pues mientras unos los consideran como una agrupación clave de la escena a otros les parece simplemente sobrevalorada, es el caso de Neu!, que siempre lo digo, pero ¿qué sería de mi Stereolab si ellos no hubieran aparecido?.


El disco homónimo de Neu!, es un recorrido igualmente de envolvente, comienza con cierta gracia y hasta irradia su lado popero, pero conforme avanza te va mostrando “su verdadero yo”, que concentra esa densidad, como esas lámparas de lava que se hicieron populares en los 60’s , el movimiento parece no tener fin, uno puede seguir contemplando y dejarse llevar por esa psicodelia que en el caso de Neu! no es una joya multicolor amigable de inocentes rasgos, que a pesar de ser minimalista en el caso de estos alemanes irrumpen con desconcierto en ocasiones, gritos muy esporadicos, guitarras distorsionadas o susurros desesperanzantes aderezan el ciclado disco – Negativland-. Para este género uno se sorprende (u otros diran no se sorprenden) con los finales de los temas, los escépticos se molestan porque sus temas pareciera que poco a poco se desvanecen en la nada, se decoloran, en el caso de Tangerine Dream parece que se disipa en el universo pero sigue en el sistema, y con Neu! tal experiencia queda como un eco que pareciera que cada vez se escucha más lejos, pero permanece constante.